¿Qué significa que le vaya bien a Milei?
Lo escuchamos hasta el cansancio. Lo dicen los bienintencionados y los resignados. Vale la pena discutir la idea porque lo que está en juego es el proyecto de país.
Les propongo debatir una frase hecha. Es la que dice: si le va bien al presidente Milei, le va bien a la argentina.
¿Estamos seguros?
En todo caso, vale preguntarse qué quiere decir que le vaya bien.
Ante una pregunta tan inquietante, van algunas certezas para ordenar (al menos) mis pensamientos.
Que le vaya bien significa que se consolide su proyecto político y económico.
De vuelta la pregunta ¿Eso es bueno para Argentina?
Porque ese proyecto trae más exclusión, más extranjerización de la economía, más pobreza, menos trabajo, más fuga de capitales y más timba financiera.
Otra vez ¿Eso es bueno?
Del otro lado del razonamiento me pueden decir que este gobierno bajó la inflación, y es cierto. También es cierto que bajó el riesgo país, y que hay alguna señal muy tenue de recuperación.
Los mercados están de fiesta y el dólar planchado trae el aroma de la plata dulce de Martínez de Hoz y de la convertibilidad de Cavallo. Un escenario en el que a las PYMES sólo les queda sumarse a la fiesta importadora o bajar las persianas.
Pero para evaluar si esta cajita feliz llena de juguetes para Milei y sus amigos es realmente buena para el país, habría que preguntarse cómo está la gente.
Seguramente hay una gran mayoría que está aliviada porque el clima que generaba la inflación descontrolada de un año atrás era irrespirable.
Pero no hay que investigar demasiado para concluir que se multiplicaron las privaciones.
Cae el consumo de carne, de leche y de pan
Sólo en el sector privado formal se perdieron 150 mil empleos.
No se pueden pagar las facturas de los servicios públicos indexadas por encima de la inflación.
Otra vez la pregunta ¿eso es que le vaya bien a la Argentina?
¿O es que les vaya bien a los sectores dominantes que imponen la agenda y marcan el clima social a través de los medios?
Hasta ahora hablamos de economía, pero hay otras consecuencias del “que le vaya bien a Milei”.
Que le vaya bien es más aire para las bravuconadas, tanto del presidente como de su brazo armado.
Que le vaya bien es más destrato a los científicos y persecución a las universidades.
Que le vaya bien es habilitar, por ejemplo, a dos militantes de La Libertad Avanza a hostigar y agredir a geólogos de la Universidad Nacional de La Plata, mientras estos hacían un trabajo de campo en Luján de Cuyo, Mendoza.
Que le vaya bien es avalar que el Gordo Dan siga jugando a Mussolini y que Agustín Laje siga insultando a la Madres de Plaza de Mayo, con absoluta impunidad.
En definitiva, que le vaya bien al presidente Milei es consolidar un país horrible, violento, desigual, chiquito y triste.
Por eso no quiero que le vaya bien a este gobierno, quiero que le vaya bien a la Argentina.
Por Claudio Martínez.