¿Hablar con una IA en lugar de un psicólogo? La tecnología abre un debate urgente.

Cada vez más usuarios utilizan modelos de inteligencia artificial como ChatGPT para fines terapéuticos. Daniel Slucki, expresidente del Colegio de Psicoanalistas, en dialogo con la Agencia de Noticias, brinda su mirada al respecto.
Cada vez, las personas se comunican menos entre sí y escogen, en cambio, herramientas artificiales. En redes sociales circulan innumerables testimonios que dan cuenta de ello. Uno que trascendió en los últimos días es el del influencer Tomás Mazza, quien contó en una entrevista que, en lugar de acudir a un psicólogo, utiliza ChatGPT para “desahogarse”. La Agencia de Noticia Científicas conversó con Daniel Slucki, expresidente del Colegio de Psicoanalistas y actual vocal titular de la institución, sobre los riesgos de aplicar este tipo de herramientas en la terapia psicoanalítica.
El éxito de los chatbots se debe, principalmente, a que son gratis y de fácil acceso. Además, brindan una respuesta inmediata. Lo que cuenta Mazza es clarificador al respecto. El influencer menciona que la IA lo ayudó a atravesar una situación emocional delicada: “ChatGPT me ayudó muchísimo. Vos pensá que no es una persona. No es alguien que te quiere atrapar para que sigas yendo a sesiones, como un psicólogo o un psiquiatra”. Explicó que la IA recuerda las cosas que le dijo previamente y a partir de eso realiza nuevos diagnósticos. De esta forma “educa” al chatbot.
Sin embargo, no todo es tan sencillo. Herramientas como ChatGPT no están programadas con fines terapéuticos, lo que puede derivar en el ofrecimiento de información errónea o consejos inadecuados. Además, la experiencia de un profesional es distinta a la que ofrece una inteligencia artificial. El vínculo humano entre terapeuta y paciente, sigue siendo fundamental para un tratamiento eficaz.
Sombras
Daniel Slucki, ex presidente del Colegio de Psicoanalistas y actual vocal titular de la misma institución, conversó con la Agencia de Noticias sobre el uso de la IA aplicada a la práctica de la salud mental. “Respecto al uso de la IA y la posibilidad que reemplace a una terapia psicoanalítica no lo considero posible”, sentencia Slucki. Y continúa: “Quizás desconozco todo su alcance, pero sigo creyendo que la experiencia psicoanalítica o psicoterapéutica debe seguir siendo un encuentro entre dos personas a través de un diálogo y en ese sentido pienso que no se puede reemplazar por una IA”
Desde la perspectiva de Slucki, al tratarse de una novedad, un mal uso de la IA puede ocasionar trastornos a nivel emocional. Asimismo, precisa: “La inteligencia artificial llegó para quedarse y para crecer geométricamente, pero puede ser dañino su uso cuando no se entiende bien el alcance de su crecimiento y su utilidad.” Además, menciona que el costado adictivo de las pantallas puede ser perjudicial para la salud mental.
Luces
Sin embargo, la IA puede ser útil para el campo de la psicología. Un artículo publicado por la revista científica Nature en 2024 indicó que un chatbot puede ser un “complemento interesante para la psicoterapia”, pero no un sustituto de ella. Siguiendo esta línea, la psicóloga estadunidense Sarah Gundle señala en The Washington Post que, “con algunos pacientes, la IA ha logrado profundizar el tratamiento y mejorar su eficiencia”. La autora destaca el hecho de que muchos chatbots sean gratuitos y que estén disponible las 24 horas del día, lo que resulta útil cuando un paciente requiere asistencia inmediata.
En este sentido, Slucki subraya que las nuevas tecnologías “tienen un costado positivo y funcionan como nuevas formas de comunicarse y encontrarse. Este modo de estar con el otro a través del espacio virtual puede favorecer o dificultar de acuerdo a los distintos tipos de personalidad con que nos encontremos”. Siguiendo esta línea, ejemplifica con el caso de un paciente fóbico que, en una situación determinada puede beneficiarse de una herramienta virtual como un chatbot para no sentirse solo.
Aunque crítico, Slucki acepta que las nuevas tecnologías pueden ser beneficiosas para la salud mental si se hace un buen uso de ellas. “Entiendo que la virtualidad y la presencialidad deberían complementarse. El tiempo hará que nos acomodemos frente a este falso versus”. Además, destaca que las herramientas virtuales fueron de suma importancia durante la pandemia. A pesar de que para él la IA debe ser utilizada para ampliar el conocimiento científico, indica que esta “no debe reemplazar el contacto sensitivo entre dos personas en un vínculo terapéutico”.

Santiago López
Agencia de Noticias Cientificas UNQ.