El futuro según Sayan Chakraborty: ¿Estamos listos para convivir con una IA totalmente integrada?


Imaginemos un mundo donde los dispositivos que hoy conocemos desaparecen y la inteligencia artificial se convierte en una extensión de nosotros mismos. Según Sayan Chakraborty, ex-ingeniero de la NASA y actual co-presidente de Workday, esa realidad no está tan lejana: «Pronto los ordenadores portátiles o las gafas virtuales desaparecerán. La IA estará integrada en nosotros mismos». Este planteo nos enfrenta a preguntas insoslayables: ¿estamos preparados para aceptar una tecnología que nos conoce mejor de lo que nosotros mismos conocemos? ¿Cómo afectará esta evolución al mercado laboral, a la privacidad y a nuestras relaciones humanas?

En el marco del evento EMEA Rising Workday 2024, Chakraborty describió un futuro donde la interacción con la tecnología será completamente natural y humana: «No hay nada natural en un portátil o en un teclado. Los humanos siempre hemos tenido que adaptarnos a la tecnología, pero la IA cambiará eso. Será proactiva, sabrá qué queremos hacer en cada momento y nos ayudará a conseguirlo». Aunque aclaró que, si bien su visión no busca que se implanten chips en el cerebro de las personas, lo que sí sugiere es una integración tan fluida que hará irrelevantes a los dispositivos actuales.


 La IA no te quitará el trabajo, lo hará una persona que la utilice.

En el plano laboral, la visión de Chakraborty es tanto prometedora como disruptiva. Por caso, el especialista afirmó que estamos transitando de una economía basada en el conocimiento a una enfocada en habilidades. «La tecnología aumenta el conocimiento y la experiencia. Gracias a la IA, un montón de gente tendrá acceso a puestos para los que antes no era considerada«, sostuvo. Esto podría derribar barreras históricas como la falta de formación universitaria, ya que las empresas podrían empezar a priorizar habilidades prácticas por sobre títulos académicos.

Sin embargo, esta transformación plantea riesgos. Si el acceso a la IA no es equitativo, ¿quiénes realmente se beneficiarán de estas oportunidades? Chakraborty advierte que quien no aprenda a manejar estas herramientas quedará relegado: «La IA no te quitará el trabajo, lo hará una persona que la utilice«. ¿Qué sucede entonces con quienes no tienen acceso a esta tecnología o a la capacitación necesaria para aprovecharla?

De la economía del conocimiento a la economía de las habilidades.

Chakraborty argumenta que la IA está redefiniendo los parámetros del mercado laboral. «El conocimiento, por sí solo, ya no será suficiente. Lo que valdrá será la capacidad de administrar y aplicar ese conocimiento de manera eficiente«, explicó. En su visión, los empleadores podrán identificar con precisión las habilidades de los candidatos, independientemente de si cuentan con formación tradicional. Esto representa una oportunidad para quienes han sido históricamente excluidos del mercado laboral formal, pero también podría exacerbar las desigualdades si el desarrollo de estas habilidades no está al alcance de todos.

Este cambio requiere un consenso amplio entre trabajadores, gobiernos y empresas tecnológicas. «Debemos abandonar el ‘tecnooptimismo ciego’. La IA tiene el potencial de empoderar, pero solo si construimos un ecosistema laboral inclusivo y consciente de sus impactos sociales», advirtió el experto.

El dilema ético y social de la IA integrada.

Mientras nos acercamos a una tecnología «más humana», la pregunta inevitable es qué implicará esto para nuestra humanidad. Una IA capaz de predecir nuestras intenciones y asistirnos constantemente podría mejorar nuestras vidas, pero también plantea interrogantes éticos sobre privacidad y autonomía. ¿Cuánto control estaremos dispuestos a ceder a una máquina que «nos conoce»? ¿Qué rol tendrán los gobiernos en regular estas tecnologías para garantizar que sirvan al bien común y no solo a intereses corporativos?

La visión de Chakraborty nos invita a reflexionar sobre un futuro que parece inevitable, pero que aún puede moldearse. La integración de la IA en nuestras vidas promete mejorar la eficiencia, democratizar oportunidades y transformar la forma en que trabajamos. ¿Estamos listos para un mundo donde la IA deje de ser una herramienta externa y se convierta en una extensión de nosotros mismos? Según Chakraborty, la pregunta ya no es si sucederá, sino cómo lo haremos realidad.

Instituto de Innovación Digital CiudadanIA.

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